El ser humano siempre ha tenido interés por los lugares más recónditos y sin explorar de nuestro planeta.
Y durante años la obsesión de muchos exploradores marinos fue, lograr abrirse paso para conectar el estrecho de Davis con el estrecho de Bering, por el conocido paso del noroeste.
Aquí te contamos lo ocurrido en la expedición de Sir John Franklin en el ártico.
Una ruta sin explorar
A principios de siglo 19, Incluso el gobierno británico sorprendió ofreciendo una buena recompensa a quien encontrara la forma de cruzar el paso del ártico y consolidar esa ruta.
Durante las siguientes décadas, se continuaron organizando expediciones para conseguirlo.
John Franklin, un carismático marino veterano de la batalla de trafalgar y con gran éxito en anteriores expediciones navegando en el ártico, fue el elegido por el almirantazgo inglés para que dirigiera la expedición más ambiciosa y mejor preparada.
Sir John Franklin y sus hombres partieron de Inglaterra en su barcos de nombre:
HMS Bruce y HMS Terror
Tras 2 meses de navegación los dos navíos de Franklin se adentraron en el estrecho de Lancaster, la puerta de entrada al Paso del Noroeste y desde entonces, solo un barco ballenero confirmó haberlos visto por última vez a la entrada del estrecho.
Atrapados en el hielo
A la salida del estrecho las dos embarcaciones se encontraron con que la barrera de hielo les cortaba el paso, quedando atrapados durante el invierno en la isla Beechey, frente a la isla Devon.
Los navíos contaban con ocho mil latas de comida, con chocolate y carnes de ternera y cerdo y tenían provisiones suficientes para casi 3 años. Su estancia en el campamento improvisado, se alargó hasta el comienzo del siguiente verano, momento en el que el deshielo les permitió volver a iniciar la navegación.
Atrás dejaban las tumbas de tres componentes de la tripulación, además de los montones de latas de conserva que se habían consumido y que fueron halladas años más tarde.
Una ruta difícil y llena de peligros
La expedición volvía a ponerse en marcha y los dos barcos continuaron durante todo el verano su navegación por el estrecho en dirección Sur.
A finales del verano de 1846 la expedición del ártico volvió a encontrar barreras de hielo y de nuevo los dos navíos quedaron atrapados. Esta vez a poca distancia de la isla del Rey Guillermo.
De nuevo la expedición quedaba atrapada y les tocaba pasar meses de durísimo invierno en un campamento improvisado. Jamás regresaron.
Cruzar el océano Ártico helado – Un desafío enorme
Un lugar de la tierra donde la naturaleza permanece intacta e inexplorada.
Si los mares del Norte se consideran los más peligrosos, es porque las rachas de viento y los cambios climáticos repentinos son muy violentos y rápidos.
A este reto es al que se enfrentan en verano de 2022 los aventureros del Ribbing for Arctic.
Se trata de un viaje grandioso, un recorrido de más de 12.000 kilómetros en la zona marítima del Círculo Polar Ártico.
La expedición entrará en el paso del noroeste y aquí te facilito mas información sobre la embarcación semirrígida y los motores fueraborda que la propulsan, los integrantes de la expedición y el trayecto y recorrido.
ENLACES DE INTERÉS
Más información sobre la persona y vida del Capitán Sir John Franklin.
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